Con sus primeros trabajos nos deja clara la premisa de toda su filmografía: el estudio del comportamiento humano, las capacidades de la mente, la relación entre humanos y máquinas, el psicoanálisis, las transmutaciones físicas, lo orgánico e inorgánico, las metamorfosis físicas y psicológicas, los personajes perturbadores, la carga intelectual, el impacto de la tecnología sobre el cuerpo humano, metáforas de la maternidad cómo una enfermedad parasitaria, la mezcla de realidad o el fetichismo, la violencia y el sexo. Siempre con la esencia de unos finales altamente extremos, inesperados, sangrientos y desagradables, y un cóctel de terror biológico y liberación sexual. Un creador de imágenes perturbadoras que somos incapaces de olvidar. Un director incomprendido hasta su cambio de rumbo en sus últimas películas, un cambio que intenta hacer más real todo su mundo de obsesiones. Siendo uno de los directores más raros, retorcidos e inquietantes que existen, siempre trata de explotar la naturaleza humana con un trasfondo científico.

David Cronenberg

Sus primeros dos cortos Transfer (1966) y From the Drain (1967), navegan en busca de su identidad, ésta la encuentra en un mediometraje llamado Stereo (1969). En él comprendemos todas sus obsesiones y continúas metáforas de todas sus películas. Tránsfuga todas sus inquietudes psicológicas durante más de una hora. En un estudio psico-filosófico sobre la parapsicológica experimental. El estudio de las variables dimensiones de la experiencia humana en el contexto del hombre y su sociedad  que le llama la cibernética social humana. Aportando a cada sujeto, a través de la inducción y una serie de operaciones cerebrales, unas propiedades telepáticas. Incluyendo una de las obsesiones de Croneberg: la percepción extrasensorial. Otra de ellas aparece con el elemento basado en una metodología orgánica existencial y la socioquímica de lo erótico en busca de las sinopsis generadoras de la memoria, el conocimiento, la respuesta emocional y los impulsos psicofisiológicos que generan el pensamiento y el lenguaje. En una extraña obra dónde los personajes hablan y no se les oye, dónde la música y el sonido no aparecen durante el metraje, por unas voces en off que van analizando todos los conceptos psicológicos y filosóficos avernos en la mente del propio Cronenberg, coronada con una exquisita fotografía en blanco y negro, y la ralentización de los movimientos de cámara, para hablarnos de la experimentación sexual y sus límites unidos a la psique.

Stereo  y Crimes of the Future

Stereo (1969) y Crimes of the Future (1970)

 Stereo (1969)

Stereo (1969)

Crimes of the Future (1970)

Crimes of the Future (1970)

Con su siguiente mediometraje, Crimes of the Future (1970), llega su primer trabajo a color, siguiendo la misma línea argumental y artística con la anterior, como si de una segunda parte se tratara, presenta un mundo futuro inquieto con la investigación científica. Pasando de nuestras obsesiones mentales a las físicas, apareciendo esas primeras ideas de mutaciones corporales y genéticas tan arraigas en su cine. También esa explícita sexualidad abierta a todo tipo de opciones: desde homosexualidad o bisexualidad, hasta las más aberrantes como zoofilia, necrofilia e incluso, pedofilia; hasta llegar a hablar de una nueva sexualidad para una nueva especie de hombres con una bioquímica genética de punta que experimente otro tipo de reproducción.

Vinieron de dentro de...

Vinieron de dentro de... (1975)

Vinieron de dentro de… (1975)

Vinieron de dentro de… (1975)

No llega su estreno en pantalla grande hasta 1975 con Shivers o Vinieron de dentro de… (1975), una película de terror innovadora y polémica a partes iguales. Abriéndola con otra de sus premisas principales: la manipulación publicitaria y televisiva, con un anuncio idílico sobre un complejo residencial que en el transcurso del metraje no termina siendo tan ideal. Una cohabitación interna dónde los órganos y nuestros parásitos internos viven en simbiosis con la intención de crear unos parásitos que sustituyen a nuestros órganos dañados. Éstos se convierten en unos conquistadores de cuerpos humanos con unas grandes dosis de hambre sexual, convirtiendo a todos aquellos invadidos en unos animales sedientos de sexo. Siendo la extensión lógica de los dos mediometrajes anteriores, con unos científicos que vuelven a hacer una serie de experimentos extraños.

Rabia (1977)

Rabia (1977)

Rabia (1977)

Rabia (1977)

Dos años después, en 1977, llega Rabia (1977), su obsesión científica entra en los terrenos de la cirugía práctica bajo el prisma del terror, en el que de nuevo aparecen un parásito y su intenso hambre sexual.

Fast Company (1979)

Fast Company (1979)

Fast Company (1979)

Fast Company (1979)

Su próximo proyecto es la que se puede denominar la peor película de su filmografía y la única que se sale del mundo Cronenberg, Fast Company (1979), una película comercial sobre el mundo de las carreras de coches, un rara avis con el único objetivo de entrar en el mercado estadounidense y conseguir dinero para sus siguientes producciones.

Cromosoma 3 (1979)

Cromosoma 3 (1979)

Cromosoma 3 (1979)

Cromosoma 3 (1979)

Con Cromosoma 3 (1979) vuelve al terror de la mano del mundo de la psiquiatría y las mutaciones físicas. El poder de la mente para poder crear seres o miembros capaces de surgir del sistema linfático u otras partes a través de la psicoplastía. Estos efectos se pueden producir y trasmutar a través de los sentimientos ocultos en el interior de nuestra mente, unos seres nacidos del odio interior. Muy ligado a los pensamientos psicoanalistas de Freud, purgando en los pensamientos de los pacientes, desgranando sus miedos y sueños internos.

Scanners (1981)

Scanners (1981)

Scanners (1981)

Scanners (1981)

Scanners (1981) es la prueba de todas sus inquietudes con la telepatía, estos scanners son capaces de entrar en nuestras mentes hasta alterar y dominar nuestro cerebro y, a su vez, nuestro sistema nervioso pudiendo conseguir hacer explotar nuestras cabezas o absorviendo la esencia de la persona que están escaneando e incluso llegando a controlar sistemas informáticos y eléctricos, es decir, las máquinas.

Videodrome (1983)

Videodrome (1983)

Videodrome (1983)

Videodrome (1983)

Con Videodrome (1983) llega al clímax de su carrera, la primera de sus obras maestras, dando entrada a un mundo futuro no muy lejano al actual, dónde la televisión es el centro vital de los individuos, hablando de una sociedad que vive en unos tiempos sobreestimulados y la televisión es el único medio para saciar estas estimulaciones. Compara a la televisión con un magnánimo producto publicitario creado para manipular nuestro comportamiento, esto se consigue a través de un canal de televisión, el canal 83: una moderna metáfora internauta, una puerta abierta para experimentar desde la pornografía más blanda hasta la violencia más extrema, sacando de los bajos fondos las producciones más escabrosas y prohibidas, este canal trata de llenar los vacíos existenciales de los espectadores, sustituyendo sus fantasías más macabras, violentas y extremas con el visionado de un canal que les da salida a todas sus posibles perversiones, como dice la cabeza pensante de Videodrome: “la pantalla de televisión se ha convertido en la retina del ojo de la mente, por consiguiente la pantalla de televisión es parte de la estructura física del cerebro, por consiguiente todo lo que aparece en la pantalla de televisión se convierte en una dura experiencia para los que lo ven, por tanto la televisión es realidad y la realidad es menos que la televisión”. Otra de sus metáforas son los mecanismos de sugestión de la televisión, capaces de alterar nuestra realidad hasta llegar a manipularnos, controlar y anular nuestra voluntad hasta absorber nuestro cerebro. Presentando una cruel alegoría de la televisión, la manipulación, la política y los intereses instaurados en las grandes escalas. Un mundo oscuro, caótico y lleno de almas perdidas, mostrando lo que puede o está llegando a ser nuestro planeta: una serie de corderitos arrodillados antes los rayos catódicos, una masa fácil de domesticar, manipular y transgredir.

La zona muerta (1983)

La zona muerta (1983)

La zona muerta (1983)

La zona muerta (1983)

Su filmografía llega a su etapa más adulta, con el punto de inflexión de Videodrome, parte a un cine más serio, menos terrorífico, macabro y fantástico pero sin dejar los tintes sobrenaturales. La versión de la novela de Stephen King sobre La zona muerta (1983) tiene un corte más melodramático –recordándonos a la etapa actual en la que se encuentra su cine-, aunque no deja de lado los temas tratados con anterioridad, cómo son los poderes extrasensoriales, predecir el futuro y esa zona muerta que da la posibilidad de alterar las premoniciones.

La mosca (1986)

La mosca (1986)

La mosca (1986)

La mosca (1986)

El remake de La mosca (1986) es cuándo alcanza el grado de plenitud en el binomio ciencia-mutación, en una de las obras más escabrosas de la historia del cine. Por culpa del experimento fallido de una teletransportación que fusiona a un ser humano con una mosca, llena la pantalla de viscosidad y, dilemas morales y filosóficos. Dando vida a una de las frases más tremendas de Cronenberg: “todos somos científicos locos, y la vida es nuestro laboratorio”.

Inseparables (1988)

Inseparables (1988)

Inseparables (1988)

Inseparables (1988)

Con Inseparables (1988) llega la más extrema de sus películas: tanto en su guión, dramatismo y decaimiento humano. Unas perversidades ginecológicas de dos hermanos gemelos que los une una extraña y especial simbiosis en una relación autodestructiva que los llevará hasta la muerte. Una nueva muestra de la imaginación de Cronenberg, del juego en las relaciones humanas y la amnésica sustancia de los recuerdos. Con el psicoanálisis freudiano muy presente durante toda la película, profundizando en todos los sueños sexuales de Freud y con unos de los finales más cortantes, escabrosos, oscuros  e impresionantes vistos y por ver.

El almuerzo desnudo (1991)

El almuerzo desnudo (1991)

El almuerzo desnudo (1991)

El almuerzo desnudo (1991)

Un paso más al submundo de Cronenberg llega con El almuerzo desnudo (1991) mezclando los desvaríos del director con los de William Burroughs, éste crea el mundo idílico para Cronenberg, un lugar dónde cabe cualquier premisa dentro de nuestra imaginación, un universo dónde cualquier objeto cobra vida y se abre a cualquier tipo de mutación, un escenario dónde cualquier alucinación se convierte en realidad.

M. Butterfly (1993)

M. Butterfly (1993)

M. Butterfly (1993)

M. Butterfly (1993)

Una historia de amor, una diferente e inhabitual, es su segundo paso de sus producciones hacía unos fines más comerciales y de apertura al público, pero sin perder la esencia de su cine. Ese amor puro escondido en M. Butterfly (1993), la historia real de amor y engaño entre un occidental y un oriental que se hace pasar por mujer para poder cantar ópera, ocultando a su amor su género y su secreto.

Crash (1996)

Crash (1996)

Crash (1996)

Crash (1996)

Brutal, enfermiza, adictiva, irreverente, polémica… multitud de adjetivos pueden anteceder a Crash (1996), dentro de sus extraños mundos los humaniza más aún, cargándolos de realidad y mezclando unos personajes adictivos a la adrenalina sexual, arrigidos con una fusión entre el hombre y la máquina, dejando candente ese impacto de la tecnología sobre el cuerpo humano. Siendo la más oscura y retorcida de sus películas.

eXistenZ (1999)

eXistenZ (1999)

eXistenZ (1999)

eXistenZ (1999)

Cronenberg crea su propio universo ideal a través de eXistenZ (1999), un videojuego virtual o real que entra de lleno en las textualidades electrónicas, volviéndose a atormentar con las complejas relaciones entre los humanos y las máquinas, poniendo un punto de división entre lo orgánico y lo inorgánico, experimentando con la sensación de manejar varias identidades, uniendo la sexualidad con la maternidad a través de sus vainas en forma de vagina, con una conclusión final que nos anula terminando siendo controlados por el juego y no nosotros quien lo controlamos a él.

Spider (2002)

Spider (2002)

Spider (2002)

Spider (2002)

Continúa su viaje por diferentes realidades desde la mente de un esquizofrénico en Spider (2002), una película expresionista que proviene del particular microcosmos del protagonista, expresando su soledad y su dificultad para comunicarse con los otros, cambiando constantemente sus recuerdos y con el interés final de cómo curar la mortalidad. Tratando en profanidad los temas de la identidad y la memoria.

Una historia de violencia (2005)

Una historia de violencia (2005)

Una historia de violencia (2005)

Una historia de violencia (2005)

Una historia de violencia (2005) es la entrada a su etapa madura, dónde deja de lado su terror repulsivo, sus mundos oníricos fantásticos y sus extrañas metáforas mutantes, para centrarse en algo más terrenal para el público general y meterse de lleno en las exploraciones psicológicas. Se convierte en un narrador de historias muy duras de los mundos internos de cada uno de sus personajes. Tiene una línea argumental y fílmica más académica. Mutando el mundo idílico del habitual pueblo estadounidense dónde se esconde tras de si una historia oscura que retrata la violencia innata del ser humano.

Promesas del Este (2007)

Promesas del Este (2007)

Promesas del Este (2007)

Promesas del Este (2007)

Promesas del Este (2007) su segunda película de cine negro tradicional, un violento thiller sesgado por la actuación de cada de sus personajes, contando una historia tan triste como habitual en el mundo real. Revive el brutal mundo mafioso, el más violento y brutal de los mundos. Realzando de nuevo el cambio a las mutaciones de los personajes, sus avances psicológicos y representando el carácter violento y sobreprotector de nuestra naturaleza.

Un método peligroso (2011)

Un método peligroso (2011)

Un método peligroso (2011)

Un método peligroso (2011)

En Un método peligroso (2011) al igual que Freud nos quiere transmitir el concepto ilusorio de nuestras vidas “vivimos en una ilusión”, -decía Freud, Cronenberg nos sumerge en un viaje a la oscuridad de nuestras mentes, nuestros deseos más ocultos y los límites de las contracciones entre cerebro y corazón. Navegando por los recovecos de la mente humana que explota los instintos sexuales, las barreras sociales que contienen nuestra libido y resaltando una sexualidad que es parte importante de la represión de nuestros sentimientos. Este melodrama romántico es el menos visceral de las películas de Cronenberg, pero sigue manteniendo ese infinito carácter sexual que toca el extremo de lo prohibido: sadomasoquismo, sumisión, maltrato infantil, incesto o pedofilia –aparecen durante los minutos de metraje-, dando pie a la curiosidad y miedo sexual de Jung, dando la razón a Freud e interpretar que todos nuestros miedos y sueños reprimidos están bajo las huestes de la sexualidad. Los primeros experimentos psicoanalistas de Jung –más guiados por la razón- y las teorías interpretativas de los sueños bajo el yugo resolutivo del sexo de Freud, van chocando en la relación maestro-alumno, limando entre asperezas el choque ideológico de los dos grandes psicoanalistas hasta terminar en una eterna ruptura. Cronenberg, vuelve en parte a sus orígenes, manteniendo el gusto por penetrar en las entrañas de la mente humana y aportando sus diferentes ideas sobre el psicoanálisis en un triángulo intelectual de altas alcurnias mentales.

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